
¿Qué revisar antes de pasar la ITV?

Hemos preparado una guía completa con todo lo que necesitas revisar antes de acudir a la estación ITV. Te ayudará a prevenir fallos, ahorrar tiempo y evitar una inspección desfavorable.
1. Carrocería, cristales y elementos visibles
Chapa y estructura exterior
La carrocería del vehículo debe estar libre de daños importantes. Golpes, piezas sueltas o bordes cortantes pueden motivar un informe negativo. Revisa también que los paragolpes, retrovisores y matrículas estén bien sujetos, sin fisuras ni deterioro.
Cristales y visibilidad
Los parabrisas, ventanillas y lunetas deben estar en buen estado, sin grietas, impactos ni láminas tintadas que no estén homologadas. Especial atención al parabrisas: un pequeño chinazo en el campo de visión del conductor puede ser motivo suficiente para no superar la inspección.
2. Ruedas y neumáticos
Los neumáticos deben cumplir con las especificaciones técnicas del fabricante, indicadas en la ficha técnica del coche. La profundidad mínima legal del dibujo es de 1,6 mm, pero lo recomendable es no bajar nunca de los 2 mm. Verifica también que no haya desgaste irregular, cortes, abolladuras o deformaciones.
Además, no olvides comprobar la presión antes de la inspección: unas ruedas con la presión incorrecta pueden afectar tanto al frenado como a la estabilidad del vehículo.
3. Cinturones de seguridad y sistemas de cierre
Uno de los elementos más ignorados, pero vitales. Los cinturones deben extenderse, retraerse y abrocharse correctamente. El inspector comprobará su funcionalidad en todos los asientos.
También se revisan las cerraduras, manillas y bloqueos de puertas, tanto desde dentro como desde fuera del vehículo. Es imprescindible que las puertas abran y cierren sin dificultad y que el sistema de seguridad infantil (si existe) funcione correctamente.
4. Fugas de líquidos
Durante la ITV se examina si existen fugas de aceite, refrigerante o líquido de frenos. Estas pérdidas, aunque sean mínimas, pueden tener graves consecuencias mecánicas y medioambientales, además de suponer un riesgo de incendio si ocurren en lugares como estaciones de servicio o garajes cerrados.
Antes de la inspección, aparca el coche en un lugar limpio y comprueba si deja manchas en el suelo. Si detectas fugas, acude al taller para solucionarlas.
5. Iluminación
Todos los sistemas de iluminación y señalización deben funcionar perfectamente: luces de cruce, de carretera, intermitentes, antiniebla, freno, marcha atrás y posición. También los sistemas auxiliares como el lavafaros o los pilotos de la matrícula.
Asegúrate de que los faros estén bien alineados para evitar deslumbramientos y de que las carcasas no estén opacas o agrietadas. Cambiar una bombilla defectuosa puede marcar la diferencia entre una inspección favorable o desfavorable.
6. Emisiones contaminantes
El control de emisiones es uno de los apartados más exigentes, especialmente en vehículos diésel. El tubo de escape no debe presentar grietas, corrosión excesiva ni fugas de gases.
Un buen consejo es conducir varios kilómetros por carretera antes de acudir a la ITV, manteniendo las revoluciones altas (sin exceder los límites del motor). Esto ayuda a eliminar depósitos de hollín y mejora los niveles de emisiones al pasar la prueba.
7. Suspensión
La suspensión es un elemento crucial para la seguridad y la comodidad. El técnico comprobará el estado de los amortiguadores, rótulas, silentblocks y muelles. Un sistema en mal estado puede comprometer la adherencia del coche al suelo y provocar rebotes peligrosos en curvas o badenes.
Si notas que el coche se hunde más de un lado, rebota excesivamente o escuchas ruidos extraños al pasar por baches, es momento de revisar la suspensión antes de la inspección.
8. Sistema de frenos
Los frenos deben funcionar de forma equilibrada y efectiva. Durante la ITV se mide la fuerza de frenado y se verifica que no haya desviaciones laterales ni pérdida de eficacia.
Algunos síntomas de un sistema de frenos deficiente incluyen:
- Chirridos al frenar: pueden indicar pastillas gastadas.
- Pedal esponjoso o que se hunde: posible falta de líquido de frenos.
- Vibraciones al frenar: podrían ser discos alabeados o en mal estado.
Verifica el nivel del líquido de frenos y acude a un taller si detectas alguno de estos síntomas. La seguridad está en juego.